Las palabras fueron creadas con el fin de comunicarse, transmitir a otras personas un mensaje. En esta transmisión de mensajes, encontramos que se pueden compartir saber, pensamientos, ideas, sentimientos, emociones… Pero el ser humano ha hecho algo más que usar las palabras para comunicarse, a través de las mismas ha sido capaz de suscitar un deleite en la escucha y lectura de las mismas. Esta belleza se puede encontrar en el mensaje que se transmite, claro está, pero también en la forma de jugar con las palabra: Cómo ordenarlas, cómo se presentan, su sonido, su significado… Esta búsqueda de la belleza se contempla como lo que conocemos como la función poética del lenguaje: llama la atención y suscita el gusto por el lenguaje. Y lo curioso es que esto sucede en todos los idiomas, con la poesía podemos fomentar también el gusto por la lengua inglesa.
Puede estar presente en la enseñaza de todas las competencias, podemos usarla en la enseñanza de casi todas las áreas, por ejemplo, para enseñar como hacer el trazo de las letras y los números se les enseña una retahíla.
Cuando hablamos de poesía nos referimos también a canciones, adivinanzas, refranes, trabalenguas… Asimismo, muchas veces la poesía nos relata una historia, como si de un cuento se tratara. Otras veces nos encontramos cuentos que están escritos en verso.
A continuación expongo algunos de los beneficios de trabajar la poesía:
- Desarrollar y
perfeccionar la lengua
- Promover el gusto
por el lenguaje.
- Practicar y
estimular la memoria.
- Favorecer hábitos
de escucha y atención.
- Perfeccionar la
expresión oral.
- Mejorar la
respiración durante el habla.
- Vencer timidez.
- Trabajar la
respiración al hablar (muy importante a largo plazo para cuidar la voz)
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